martes, 22 de diciembre de 2020

RESEÑA: El Otro, Miguel de Unamuno


 El Otro, Miguel de Unamuno.


Aunque Unamuno, en general, es despreciado como dramaturgo, para mí sus obras teatrales tienen mucho valor. Además, "El Otro" es una de sus creaciones en las que mejor se reflejan sus inquietudes, como es el tema de la identidad, tratado en multitud de sus libros, como por ejemplo, en "Sombras de Sueño", otra de sus obras de teatro.

"El Otro" es la obra de teatro más conocida de Unamuno. Se estrenó en España en diciembre de 1932 en el Teatro Español (Madrid) por la compañía de Margarita Xirgú y Enrique Borrás. Un mes antes, fue publicada por la editorial Espasa Calpe.
En ella asistimos a esa identidad doble tan propia de los textos unamunianos: dos hermanos gemelos que reflejan lo interior y lo exterior mediante una encarnizada lucha psicológica y física, que nos recuerda a Caín y Abel. Pues, ¿Quiénes somos realmente? ¿El que llevamos dentro o el que se mira al espejo? Este es uno de los temas que le atormentó al propio Unamuno. En el drama son destacados, también, los personajes femeninos: Damiana y Laura, quienes representan los asideros a los que se puede agarrar El Otro, pero de los que también quisiera desprenderse.

Tuve la suerte de disfrutar de la adaptación de este drama por parte del gran @albertoconejerolopez Era la segunda obra suya a la que asistía (la anterior fue "La Piedra oscura", con la que lloré y quedé sobrecogida con la interpretación, en especial, de Daniel Grao) y fue una delicia. Pues me mantuvo con el nervio a flor de piel.

Fragmentos destacados:

"Verse es morirse, ama. O matarse. Y hay que vivir, aunque sea a oscuras. Mejor a oscuras."

"¿El misterio? El misterio es la fatalidad... el destino... ¿Para qué aclararlo? ¿Es que si conociéramos nuestro destino, nuestro porvenir, el día seguro de nuestra muerte, podríamos vivir? [...] La incertidumbre de nuestra hora suprema nos deja vivir, el secreto de nuestro destino, de nuestra personalidad verdadera, nos deja soñar... Soñemos, pues, mas sin buscarle solución al sueño... La vida es sueño, soñemos la fuerza del sino..."

jueves, 10 de diciembre de 2020

AUTORA: Emily Dickinson (1830-1886)


 Emily Dickinson (1830-1886) 

La gran poeta estadounidense nacía tal día como hoy en 1830. La soledad fue un elemento que la caracterizó profundamente, y esto le favoreció a la hora de construir su mundo poético grandioso. Posee una gran cantidad de poemas, la mayoría de ellos publicados postumamente. Entre los temas que trata en sus textos destacaría el amor y la muerte (siempre con una gran presencia de elementos de la naturaleza), esta última tratada con naturalidad, como camino hacia la eternidad prometida por los preceptos de la Biblia, uno de sus libros de cabecera. Yo la llamo la poesía del nombramiento, pues resalta el uso de elementos designativos. Todo ello a través de un estilo moderno para su época, pues los signos de puntuación escasean y los versos tienen una notable apariencia renovadora. 

Fue una mujer interesada en especial por la geografía, y desde su casa viajaba con la imaginación, hasta el punto de que escribió un poema sobre Tenerife sin haber estado en la isla. 

Poemas destacados: 


¡Ah, Tenerife! 

Todavía -estoy arrodillada-"


"Si rememorar fuera olvidar,

entonces no recordaría. 

Y si olvidar fuera rememorar,

qué cerca de olvidar estaría. 

Y si echar de menos, fuera divertido 

y llorar, alegría, 

¡cuán dichosos serían los dedos

que juntaron esto hoy!"


"Una palabra muere

cuando se dice, 

dicen algunos. 


Digo que justamente 

Ella empieza a vivir 

En ese día. "


"El agua se aprende por la sed;

la tierra, por los océanos atravesados;

el éxtasis por la agonía.

La paz se revela por las batallas;

el amor, por el recuerdo de los que se fueron;

los pájaros, por la nieve."


"La gota, que pugna en el mar,

olvida su lugar,

como yo, frente a ti." 


"Es algo tan pequeño llorar -

algo tan nimio suspirar -

y aún así - por arte - del tamaño de éstos 

nosotros hombres y mujeres morimos." 

 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

RESEÑA: Hacia un saber sobre el alma, María Zambrano


Hacia un saber sobre el alma, María Zambrano

Este libro de la maravillosa María Zambrano contiene varios artículos que ella misma decidió agrupar como partes de un todo: su filosofía más personal. Estos artículos los escribe entre 1933 y 1945. Creo que este es el libro con el que nos llega a explicar de manera más completa su teoría filosófica.

Nos habla del alma humana, parte fundamental del ser humano, aunque este lo haya olvidado, cegado por la masa... Cree en la posibilidad de que filosofía, poesía y religión sean partes de un todo. Nos viene a decir que el pensamiento humano no se guía solo por la razón, sino que es una mezcla entre corazón y razón, razón e intuición. Nos vislumbra aquí su método: la razón poética. 

En el primero de los ensayos nos dice "la pasión sola ahuyenta a la verdad, que es susceptible y ágil para evadirse de sus zarpas. La sola razón no acierta a sorprender la caza. Pero pasión y razón unidas, la razón disparándose con ímpetu apasionado para frenar en el punto justo, puede recoger sin menoscabo a la verdad desnuda."

"La vida en crisis" es otro de los que destacaría, pues da cuenta de algo sumamente actual: "en los instantes de crisis, la vida aparece al descubierto en el mayor desamparo, hasta llegar a causarnos rubor. En ellos el hombre siente la vergüenza de estar desnudo y la necesidad terrible de cubrirse con lo que sea; Huida y afán de encontrar figuras que hace precipitarnos en las equivocaciones más dolorosas. Lo que haría falta es simplemente un poco de valor para mirar despacio esta desnudez, para vigilar no ya el sueño, sino más honradamente, los hontanares mismos del sueño; ver cómo nos quedamos cuando ya no nos queda nada." Es un capítulo riquísimo, porque, además, ahonda en las creencias, la confianza, la esperanza, la esclavitud, la libertad... Todos conceptos que explican cómo nos encontramos en crisis y las vertientes que usa el ser humano para salir de ella.

RESEÑA: LA REINA DE LAS NIEVES, CARMEN MARTÍN GAITE


La Reina de las Nieves, Carmen Martín Gaite

Esta es una de las mejores novelas de Carmen Martín Gaite. Obra llena de entresijos, reflexiva, sensible... Leonardo Villalba, el protagonista, al morir sus padres y para sus adentros, se encuentra reconstruyendo su vida a través de su pasado. Carmen Martín Gaite narra con maestría dos historias que se unen hilvanandose a través del cuento de Andersen de una manera delicada y formidable. Se destacan en ella los pensamientos de los personajes sobre aspectos de la vida como el paso del tiempo, la muerte, su recorrido, el pasado... Son personajes ricamente elaborados, para nada planos, con numerosas variantes en su carácter, como somos todos los seres humanos, llenos de complejidades. Todo ello deja al lector en ralentí, meditando. Pues, Leonardo, sobre todo, lleva consigo reflexiones totalmente metafísicas, que necesitan una lectura tranquila y sosegada.


Fragmentos destacados:


"Cuando no te hago caso y me quedo mirando el mar. De nada te sirve entonces preguntarme rabioso '¿qué piensas?', forzándome a que atienda y quite los ojos del mar. No me zarandees, déjame, no sé explicar lo que pienso. Pero cuando miro el mar es la eternidad. Es lo único que sé. Estoy viendo lo de ayer y lo de mañana, y lo de después de morirme, aunque sin contornos. Y me gusta ese vértigo."


"no sé explicar lo que pienso. Pero cuando miro el mar es la eternidad. Es lo único que sé. Estoy viendo lo de ayer y lo de mañana, y lo de después de morirme, aunque sin contornos. Y me gusta ese vértigo."



viernes, 4 de diciembre de 2020

RESEÑA. CEREMONIA DE YERAY BARROSO.


 Ceremonia o estar encerrado en libertad. 📘

Libres pero presos. Esta vendría a ser la definición de nuestra generación. Libres para poder estudiar, salir, correr, comprar un lubricante o coger un vuelo a no sé dónde. Pero… ¿Hasta qué punto tenemos en nuestro poder esa libertad?. El primer elemento que la coarta es el dinero, y, por ende, este sistema de engranaje del que de-pendemos. Y es que colgamos del sistema como monigotes. Nos han vendido que somos libres, pero no lo somos. Somos una pieza más del puzzle que no se puede doblar, torcer ni perder. Somos “la hierba que no lleva fruta en sus raíces, / el racimo que ha venido a pasar por el mundo / como el vuelo triste de un pájaro que agoniza”. Dentro de ese conglomerado de vidas controladas por la producción está inmerso el individuo o el yo poético de Ceremonia: la voz coral de una generación. Una generación obligada a mirar entre sus orejas, que se siente cautiva de o en su propia vida. De ahí que los pájaros y las casas sean algunas de las imágenes principales del poema. Pájaros, libres y presos; casas, que nos dan y nos quitan libertad. Y es que vivimos de rutinas, de ceremonias… Mientras tanto, “yo soy distinto / y el orgullo de las casas / es solo la necesidad que la gente tiene / de sentir que es algo, / aunque sea un pedazo de historia / que no ha podido vivir”.

Ceremonia es un poemario-cárcel, un poemario melancólico, con un yo poético cabizbajo, esperanzado, a veces, en buscar el sentido de su vida (porque la vida se busca / cuando la inmundicia llena las semanas / y se cuentan las horas / para los días libres / y la prisión está fuera de la casa”), desilusionado, otras, cuando ve donde tiene que vivir, en un mundo en el que “el embate de este invierno sin lluvia / no dejará dormir” donde “la vejez [...] pesa a los veinte años” donde “la ausencia de palabra / es el ruido más insoportable, el temor de romper la hondura / silencia tu garganta. la oscuridad te hace vagar / en el círculo de tus pasos.” Quizá haya esperanza y podamos reconstruir esta sociedad porque “para construir una civilización [...] con pocas palabras basta”.

RESEÑA: Retahílas, Carmen Martín Gaite


Retahílas (1974) de Carmen Martín Gaite.


Uno de los más especiales de la autora por la atmósfera onírica y tierna a la vez, que invade al lector a medida que lee los monólogos protagonizados por Germán y Eulalia. Monólogos que van hilvanando la historia como si se tratara de un hilo de un color y un hilo de otro color, construyendo así una única pieza. Un hombre y una mujer conversan, tranquilos y pacientes durante toda una noche. Hablan de la vida, de la muerte y del pasado. La oralidad, pieza fundamental en la obra y en la vida de la autora.


FRAGMENTOS DESTACADOS: 


"a la luna me fundía y me abandonaba, podía hacer de mí lo que quisiera y siempre ha conocido su poder, me puede hacer perder hasta la memoria y la dignidad, las riendas de mi vida, insufla y apadrina en mí los más inesperados trastornos, y lo sabe."


"Al hablar perfilamos [...] inventamos lo que antes no existía, lo que era puro magma sin encarnar, verbo sin hacerse carne, lo que tenía mil formas posibles y al hablar se cuaja y se aglutina en una sola y única, en la que va tomando; poder hablar [...] es una maravilla."


"me viene la tristeza con la luna y me siento perdida, que no soy nadie, hasta que ella me coge y me lleva en volandas, porque me escapo, de verdad, y no lo puedo remediar yo, como si se me hubiera ido el cuerpo a otro lado..."


#carmenmartingaite #retahilas #narrativa #literature #literatura #mujer #leoautorasoct #leoautorasoctubre #LecturaRecomendada

viernes, 24 de agosto de 2018

CREACIÓN: Una vida.

La fe.
Sentía una claridad infinita. 
Sentir sin existir y, sin embargo, ya existiendo.
No. Dicen que no existió vida. 
Pero ¿quién es capaz de determinar cuándo empieza una vida?
Sentir sin existir y, sin embargo, ya existiendo.
Sentir que llevas una vida adherida a la tuya es sentirse plena. 
Es como estar flotando en el mar, mirar al cielo con las orejas sumergidas,
y escuchar el choque del agua contra las rocas.
La fe.
Se pierde en el abismo rojo.
Sangre. Sangre que nunca acaba de fluir.
Sentir sin existir y, sin embargo, ya existiendo.
Negritud infinita y un cortante y afilado dolor en el alma.
No. Dicen que no existió vida.
Yo digo que en ese mismo instante murió una vida, mi vida entera.

Virginia Hernández González

sábado, 17 de septiembre de 2016

Eco de Christina Georgina Rosseti (1830-1894) y Vuelve de Kavafis (1863-1933)


      Eco fue escrito, aproximadamente, en 1848 y Vuelve es del año 1912, así que es perfectamente posible que Kavafis haya podido leer a Rosseti, de ahí que se pueda ver entre ambos una interesantísima coincidencia en cuanto al tema que tratan dichos poemas. 
     Vuelve es una llamada constante a ese deseo de sentirse amado, de volver a sentir la pasión que un día el yo experimentó. Por otro lado, también pudiera aludir a ese anhelo de que la musa retorne y haga posible una creación exquisita, el deseo de volver a escribir después de un ligero abandono. 
      Se sabe que la poesía puede tener múltiples interpretaciones y las comentadas aquí pudieran ser dos posibilidades. En cualquier caso, en los siguientes versos, se aprecia ese deseo de que el amor o la musa vuelvan a poblar el espíritu del poeta:

«Vuelve otra vez y tómame,

Amada sensación retorna y tómame […]»


      En Eco tenemos esa misma llamada, pero quizá se trata de un reclamo más desesperado, más necesitado por el yo poético, que se extiende a lo largo de dieciocho versos:

«Ven a mí en el silencio de la noche;

ven en el silencio susurrante de un sueño;

[…]

Pero ven a mí en sueños, y así pueda vivir

mi vida verdadera otra vez, aun fría y muerta:

regresa a mí en sueños, y así pueda dar

pulso por pulso, latido por latido:

habla bajo, reclínate,

como hace tiempo, amor, mucho tiempo.»

     Esta sensación de ansiedad puede deberse a que en aquellos momentos Rosseti «busca el éxito y se compara con Emily Brontë».



Bibliografía.

Caramés Lage, José Luis. CHRISTINA ROSSETTI (1830-1894) y su poesía de la emoción. Oviedo:                 Universidad de Oviedo.

Cañigral, Luis de. (1981) Constantino Cavafis. Madrid: Júcar.

Kavafis, Konstantino. (2014) Poesías completas. Madrid: Ediciones Hiperión.




sábado, 10 de septiembre de 2016

Butaca 25 "La piedra oscura"

     Era mi primera vez y estaba nerviosa. Porque las primeras veces siempre dan miedo. Lo desconocido es tan aterrador como atrayente. Y yo me atreví aquella noche. Acepté una invitación y me lancé al vacío. La oscuridad era la protagonista, pero muy rápido una luz cenital apareció allí abajo. Delante de mis ojos había dos figuras que al fijar la vista pude distinguir: eran dos maniquíes. La quietud reinaba en aquellos cuerpos artificiales. Escudriñé bien: el hombre acostado en aquel catre de la Guerra Civil tenía los pies sobresalientes, muy tiesos; el hombre de la silla parecía no respirar. Lo dicho: eran maniquíes. Pero NO. Eran dos ángeles del espectáculo: Daniel Grao y Nacho Sánchez.

     Cuando todo empezó, yo ya no existía. La gente de mi alrededor tampoco existía. Una densa niebla se esparcía por todo el ambiente y solo podía verse el escenario. Un escenario vivo, tan vivo que parecía la realidad misma. Y yo me paralicé tanto viviendo la angustia de sus sentimientos sumamente reales, que cuando llevaba rato llorando -ese momento en el que las lágrimas llegaban a mis pantalones. Gota a gota. Lágrima a lágrima-, justo en ese momento empecé a ser consciente de que estaba en un teatro.

     Al salir, al volver a la realidad real, ya nada fue igual que antes. 

     La piedra oscura, una obra de teatro-realidad desgarradora.

lunes, 21 de marzo de 2016

Día mundial de la poesía


La poesía es comunicación, ya lo dijo Vicente Aleixandre. Comunicación con uno mismo o con los demás, es una necesidad del ser humano para hacerse oír o escucharse a sí mismo. La poesía es un arma cargada de futuro que nos hace libres, libres de aquellos que nos quieren gobernar el pensamiento y hasta los sentidos. La poesía permite ver lo que nunca ha ocurrido, escuchar lo que nunca ha sonado, tocar lo que nunca se ha materializado... Texturas, imágenes, sonidos vivos en la palabra en el tiempo. 

Hoy reivindico la poesía compartiendo algunos poemas de autores que admiro y, que de alguna manera, han cambiado mi mundo literario.



ÍTACA.


"Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca."


Kavafis.






Tú eres lo que va:
agua que me lleva,
que me dejará.

Buscadme en la ola.

Lo que va y no vuelve:
viento que en la sombra
se apaga y se enciende.

Buscadme en la nieve.

Lo que nadie sabe:
tierra movediza
que no habla con nadie.

Rafael Alberti.






TE DESHOJÉ COMO UNA ROSA

Te dehojé, como una rosa,
para verte tu alma,
y no la vi.

Mas todo en torno
--horizontes de tierras y de mares--,
todo, hasta el infinito,
se colmó de una esencia
inmensa y viva.


Juan Ramón Jiménez.






Y como se ha quedado la ventana entornada,
la estancia se ha llenado de claridad lunar; 
y nosotros pensamos: es nuestra bien amada 
la luna que esta noche nos viene a consolar...

Tomás Morales.






¡Cómo quisiera ser tus pequeñas cosas!
El aire que te roza y te acaricia. 
El polvo que te sigue y se te posa.
El agua que desciende y te penetra.
La ropa que te cubre y te ausenta
la carne fuerte y dolorosa.
El cuello que rodea tu garganta, 
yo quisiera ser.
Y quisiera ser tus manos, tus pies.
Pisar donde pisas y tocar lo que tocas.

Ser color y sentarme en tus pupilas.
Ser agua y verterme en tu boca.
Ser luz y en las mañanas
abrir mis dos ventanas
para que a la vida tú te asomes.
¡Ay, cómo quisiera ser para ti la nada
y poderte ofrecer el más allá!

Pino Ojeda.






"Por eso vuelvo a ti
como las mariposas al olor de la muerte.
Y me dejo arrastrar,
en un vuelo ligero,
desesperado,
inútil,
hacia el jaro de luz que despide tu cuerpo."

Elsa López.






"Quisiera estar contigo no por verte
sino por ver lo mismo que tú, cada
cosa en la que respiras como en esta
llucia de tanta sencillez, que lava."

Claudio Rodríguez.







RECUERDA, CUERPO...

"Recuerda, cuerpo, no solocuánto fuiste amado,
no solamente en que lechos estuviste,
sino también aquellos deseos de ti
que en otros ojos viste brillar
y temblaron en otras voces - y que humilló
la suerte.
Ahora que todos ellos son cosa del pasado
casi parece como si hubieras satisfecho
 aquellos deseos - cómo ardían,
recuerda, en los ojos que te contemplaban;
cómo temblaban por ti,  en las voces, recuerda, cuerpo."

Kavafis.






Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz - cualquiera...
                                             Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.


Ángel González.







Aquella noche no quise regresar.
Inventamos el amor
saciando el hambre que dictaba el alma.
Llovió desde la piel
y lo supe entonces: 
mi hogar eres tú entre todos los lugares.

Covadonga García Fierro.






CANCIÓN PARA FRANQUEAR LA SOMBRA.

Un día nos veremos
al otro lado de la sombra del sueño.
Vendrán a ti mis ojos y mis manos
y estarás y estaremos
como si siempre hubiéramos estado
al otro lado de la sombra del sueño.

José Ángel Valente.

viernes, 18 de marzo de 2016

CREACIÓN: Miedo

MIEDO

He encontrado en el aire un cuervo
que me mira, y da vueltas sobre mí.
He mirado más allá de su vuelo,
más allá de su pico, más allá de
sus sentenciosas alas.


He querido escapar de la rosa negra
que cada noche se posaba
sobre mi ventana.

Virginia Hernández González


Accésit en los Premios de Creación Literaria: Poesía 2016
de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Laguna

miércoles, 30 de diciembre de 2015

CREACIÓN: Écfrasis 1


Papilla estelar, Remedios Varo (1958)


En el cielo más oscuro, donde la brisa se extingue y el sol ha muerto, se sitúa aquella torre. Sube y sube hasta llegar al infinito. Allá, donde deberían dormir las estrellas, se alza esbelta.

¿Quién vive ahí?

Arriba, en lo más alto de la torre, se encuentra una mujer famélica, derruida por los objetos terrenales. Su figura arruinada por el tiempo. Su dorado carece de brillo. Su cara es una mueca de hastío.

¿Quién vive ahí?

Frente a la mujer, un metálico artificio. Ella acciona la manivela. Sale una sustancia sideral, que ocupa la pequeña cuchara que atravesará los barrotes. En la jaula, un ser mágico al que le da de comer.

¿Quién vive ahí?

Dentro de la jaula permanece, taciturna, la que protege cada noche la Tierra. Desde aquella jaula [ríe] [canta], grita, llora. Cada noche nadan lágrimas sobre el blanco rostro de aquel ser universal.

Ya nada está seguro bajo el cielo.

Tras los barrotes, la luna se alimenta de papilla estelar.